La culpa no es del individuo, sino del capitalismo

Jul 23, 2020 | Opinión

El pasado 14 de julio el gobierno de Mauricio Vila, en Yucatán, estableció la prohibición del tránsito vehicular a partir de las 10:30 pm hasta las 5 am. Mucha gente, asustada por la pandemia, y que considera que su reducción depende únicamente de esfuerzos individuales y no de la aplicación de medidas estatales en un rubro tan fundamental como el de la salud, ha aplaudido la medida del Gobernador.

Sin embargo, los llamados “negocios esenciales” continúan abiertos y el Gobernador apela a la “buena voluntad” de la patronal para que establezca los horarios de salida de sus trabajadores antes de la hora ya mencionada, en la que incluso el servicio de transporte público se suspende alrededor de las 9 de la noche. No tardaron en circular en redes, fotografías donde decenas de trabajadores quedaron varados en los paraderos porque no alcanzaron el último transporte para llegar a sus casas, al mismo tiempo que es imposible en esas condiciones, establecer la “sana distancia”

Entonces, ¿la reducción en la tasa de contagio depende únicamente de la responsabilidad individual, o las condiciones en las que se desenvuelve el trabajo son las que han potenciado la pandemia? No es casualidad que a partir de la reapertura de la ola 1 de la economía se hayan disparado los contagios.

¿El virus sale a las calles a las 10:30?

La medida es totalmente absurda como inútil, ya que no hay un horario establecido para que el virus salga a las calles. Los contagios se seguirán produciendo durante el día, que es cuando el obrero tiene que ir a trabajar e interactuar con sus compañeros. Algunas personas sienten alivio con la nueva disposición, pero no alcanzan a ver que el virus ataca con mayor fuerza en los centros de trabajo en horario laboral.

Es frecuente escuchar cómo se culpa a personas que participan en hechos aislados, como organizar fiestas, reuniones, etc., por propagar el virus. De ninguna manera justificamos estás acciones inconcientes, ni negamos que la responsabilidad individual y el autocuidado son factores importantes que ayudan a reducir los contagios por el COVID-19, pero afirmamos que eso no es lo determinante en un sistema como el capitalista que arrastra a las masas trabajadoras a abandonar la seguridad de sus hogares para no morir de hambre, dando como resultado arriesgarse a contagiarse y que no es algo que ocurra únicamente de 10:30 de la noche a las 5:00 de la mañana.

Si se cambia el sistema, cambian las condiciones

Desde luego que se trata de un problema de sistema que el capitalismo es incapaz de resolver. Basta con voltear a ver las experiencias de aquellos países que han pasado por la construcción del socialismo como, Cuba o Vietnam. Estos países (que dicho sea de paso, tienen formidables sistemas sanitarios, muy superiores a los de muchos países capitalistas, que les ha permitido hacer frente con eficacia a la emergencia sanitaria), han establecido las condiciones materiales en las relaciones de producción para evitar la mayor cantidad de contagios posible. Eso, a su vez, ha permitido un desarrollo cultural de prevención en donde las medidas coercitivas se vuelven innecesarias.

Pero claro, es imposible esperar esas condiciones bajo el capitalismo, en donde todos los aspectos de la vida están determinados por el lucro y la ganancia, donde el Gobernador de Yucatán se apresura a la reapertura económica para reducir las pérdidas de sus amigos empresarios como él, que fueron los primeros interesados en colocarlo dónde está y por eso ahora les responde con medidas sin sentido que mantengan intactas sus ganancias.

Sólo con la aniquilación del sistema capitalista y con la construcción del socialismo se podrán evitar tragedias como las que hemos visto hasta ahora, que desgraciadamente no han llegado a su punto más álgido tanto a nivel local como nacional, donde gobiernan los representantes de la burguesía.

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