Diagnóstico general sobre el Covid-19 en Guerrero

Mar 26, 2020 | Política, Salud

Colaboración de “El errante”

Guerrero es un territorio convulsionado por la violencia, la miseria y los conflictos políticos en cada una de sus regiones; a esta prolongada crisis social que padece el Estado, se le suma una variable más: el COVID-19; un virus que puede causar enfermedades con síntomas desde comunes hasta graves, y que, a pesar de su relativamente bajo índice de letalidad, en diferentes países ha orillado a que tomen la decisión de paralizar actividades sociales, económicas y políticas para evitar su propagación.

México no se ha quedado atrás, iniciando el mes de marzo ha adoptado la medida de “distancia preventiva”, la cual en términos generales es poner en aislamiento a las familias, para evitar que los contagios aumentes drásticamente. Medida que profundiza las diferencias irreconciliables entre clases.

Guerrero, no es la excepción, se ha alineado a las medidas del gobierno federal. Hasta este momento, Guerrero cuenta con 5 casos confirmados y 12 casos sospechosos, que se suman a los 367 casos confirmados y a los 865 sospechosos, y a pesar de que los casos ya están bajo supervisión médica ambulatoria, no se puede saber con certeza que tanto puede incrementar el número de casos a nivel estatal. Hasta el momento, el gobierno del estado sólo ha dicho que se alineará a las medidas del gobierno federal, sin embargo, no ha mencionado si el sistema de salud guerrerense está preparado.

Ante este panorama, ¿Qué papel juega la clase trabajadora en esta crisis de salud? El papel que ha jugado siempre, el de cargar, pagar y soportar la crisis, empezando por el sistema de salud. Ante la crisis y el desmantelamiento que están enfrentando las diversas instituciones de seguridad social y de salud. Vemos que los hospitales, clínicas y centros de salud trabajan en paupérrimas condiciones; la falta de medicamentos e insumos de trabajo, la falta de instalaciones idóneas para una buena atención médica, la violencia general y los desplazamientos forzados, son algunas de las condiciones que tienen que enfrentar los trabajadores de la salud, quienes a pesar de estas condiciones presentan batalla y perspicacia, lo cual ha permitido que el sistema de salud no colapse por completo.

En lo que respecta a los que conforman al grueso de los trabajadores de los sectores populares en Guerrero; jornaleros, campesinos, albañiles, pequeños comerciantes, etcétera, su realidad es la de “vivir al día”, es decir, obtienen ingresos por día trabajado para llevar el sustento de ellos y de sus familias; lo que implica que no pueden alienarse a las medidas de la “sana distancia”.

Sumado a lo anterior, hablamos de un sector de la población que tiene que endeudarse con empresas como Elektra, Coppel, Balsas, etc, para poder hacerse, en el mejor de los casos, de un celular, una televisión, un vehículo o de aparatos electrodomésticos; en el peor casos, se endeudan para tener acceso a una mejor atención médica o para la alimentación cotidiana.

Por último, habrá  que mencionar un aspecto curioso pero lógico: dentro del programa de jóvenes construyendo el futuro se han dado casos donde jóvenes recién egresados, desempleados, o jóvenes madres de familia, que buscan un ingreso más para el hogar, son amenazados con ser dados de baja del programa, sino continúan viajando a sus centros de trabajo, a pesar de los riesgos de contagio; cabe mencionar que muchos ayuntamientos, empresas y comercios han adoptado la medida de meter proyectos para JCF, adquirir personal, para no  pagar, ni otorgar derechos laborales, lo mismo pasa en las instituciones de salud; mucho personal es adquirido a través de este programa, lo cual  es un riesgo, no solo por lo que representa el Covid-19, sino por el riesgo de adquirir otras enfermedades u infecciones, y al igual que el personal médico, tienen que enfrentar las adversas condiciones de trabajo, si ha sido muy poco el reconocimiento para el personal médico, para los jóvenes del programa, el reconocimiento es nulo.

De manera general, el panorama para la clase trabajadora, ante la crisis que representa el covid-19, no es muy alentador y es alarmante, pues falta mencionar, un aspecto que permea en todo el estado, el rol del crimen organizado, ya se ha visto, como en el sexenio de Felipe Calderón que ante el agudización de la crisis, de las persecuciones y de los enfrentamientos, los grupos del crimen organizado buscan recursos de la población civil, por medio de la extorción, el secuestro, la prostitución forzada, etc.

Estos son, algunos aspectos de las circunstancias que tiene que enfrentar el Estado de Guerrero; pese a ello los trabajadores y las trabajadoras de nuestro estado han mostrado acciones de dignidad y de solidaridad, entre sí que mantienen de pie y fuerte al pueblo trabajador.

Por último, hacemos un especial reconocimiento al personal de salud, que carga sobre sus hombros una responsabilidad enorme, y que no ha dudado en salir a las calles a manifestarse o realizar paros a exigir, al menos, las condiciones básicas de mobiliario y personal profesional que permitan salvaguardar la vida, ante una inminente crisis sanitaria.

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