Precarización laboral; la realidad de los médicos en México

Abr 21, 2020 | Política

Los médicos soportan el conflicto diario con sus compañeros compitiendo directamente entre ellos por la precarización del trabajo asalariado en el que se vive, así como la falta de oportunidades tanto de un trabajo digno hasta de continuar sus estudios.

El área médica es una de las que ocupa mayor tiempo y dedicación. El promedio de las horas trabajadas para un estudiante de especialidad no quirúrgica (residente) es aproximadamente de 67.1 +- 19.1 horas, mientras que en áreas quirúrgicas es de 89.1 +- 21.55 horas por semana y donde el 57% de ellos no duerme durante la guardia, 28% duerme 2 horas, 18% duerme de 1 a 3 horas y solo el 3% duerme 4 horas.

Por su parte es debido señalar que estas altas jornadas no son similares en países como Estados Unidos, Europa y Australia donde el número de horas alcanza, 80, 60 y 58 horas por semana respectivamente.

Aunque el grueso de los residentes es de 26-29 años y los MIP (médico interno de pregrado o estudiante de medicina de último año) que son aún más jóvenes la incidencia aproximada para padecimientos como Burnout, depresión, alcoholismo y otros va del 15-30% para los primeros y del 12-15% para los segundos, sin contar el suicidios que para el gremio se calcula de 28-40 muertes cada año por cada 100 mil, siendo el doble que el resto de la población.

La explotación laboral de los médicos no es nueva, pues, aunque muchos son oficialmente estudiantes sus funciones se encuentran descritas en la Ley General del Trabajo y son categorizados como servidores públicos, muchos con “becas” inferiores a lo que podríamos pensar del resto de los servidores públicos.

Aunque podríamos evocar la organización gremial que hubo en los años del 1970, una perspectiva contemporánea podría darnos más datos, y me refiero a los ejemplos como: La Asamblea Mexicana de Médicos Pasantes en Servicio Social (AMMPSS), Asamblea de Médicos Internos de pregrado y la Asamblea de Médicos Residentes.

El retraso en los pagos de las becas de los médicos residentes en el primer trimestre del año pasado que afectó a 8 mil 317 médicos en las 32 entidades de la nación, originando el movimiento de los médicos residentes inconformes y que trabajaron bajo protesta, llegando al paro de labores en algunos hospitales y mayoría de servicios, cumpliendo con la normalización de los pagos y expresándose ocasionalmente, cuando los pagos se volvían a retrasar, donde su señalamiento también ha sido la falta de insumos y la saturación de servicios, cosa que en este año se han continuado.

A los meses del paro laboral de residentes se organizó el movimiento de los médicos pasantes de forma casi espontanea como el resto de movimientos anteriores, esta vez causada por disminución del presupuesto a la Secretaria de Salud, cancelación de becas y el aplazamiento en la selección de plazas de trabajo en diversos estados del país.

A inicios de agosto se realizó una marcha en el Zócalo de la ciudad que agrupó a 200 médicos pasantes, que pedían solución a su problemática, aumentar las condiciones de seguridad de la pasantía, solucionar la falta de legislación donde el pasante se encuentra realizando sus actividades, homologación de plazas y becas, disminución de horas de servicio social y cantidad justa de beca, supervisión de campos clínico, transparencia de la evaluación y resultados.

Con la pandemia ocasionada por el covid-19 las instituciones de educación pública del país como la UNAM e IPN retiraron a sus médicos internos de pregrado (MIP) al no contar ni garantizar la seguridad de sus alumnos en las sedes hospitalarias donde prestan sus servicios.

Ya sea organizándonos en la escuela con organizaciones estudiantiles como el Frente Estudiantil Medico (F.E.M)  u hospital en asambleas, no podemos permitir que se siga atropellando los derechos laborales del gremio como el ataque al contrato colectivo de trabajo, las pensiones y mucho menos que sigan minando nuestro derecho a la salud como lo anuncio en su momento el Movimiento de Resistencia Sindical de los Trabajadores del Seguro Social (Moresiss) en 2017 después de que el charril Manuel Vallejo Barragán del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) declarase la “inviabilidad financiera” del IMSS.

Como vemos no podemos confiar en el gobierno ni en los sindicatos charros para que cuiden los intereses gremiales y de clase a los que pertenecemos, y mucho menos esperar que la organización esporádica siga siendo regla, existe la necesidad de la organización en el gremio de los galenos para que crezca un movimiento sólido y constante.

Los médicos son trabajadores que cargan con una responsabilidad social muy alta, es necesario mejorar las condiciones laborales, seguridad personal o la irracionalidad de algunas personas al atacarnos por el temor a la enfermedad.

Usemos esta crisis sanitaria para organizarnos y salir de ella con una visión gremial y conjunta del medio hospitalario entre médicos, enfermeros, trabajadores sociales, choferes de ambulancia, técnicos, limpieza, mantenimiento y personal de seguridad, todos estamos expuestos y requerimos de la unificación para contrarrestar el descuido de nuestras instituciones y lugares de trabajo, unámonos por un mejor servicio hacia el pueblo y por mejores condiciones de trabajo.

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