¡El INE SÍ SE TOCA!

Feb 28, 2023 | Política

Instituto Federal Electoral INE


Tesis que presenta Arturo Martínez Nateras, como documento propuesta para sustentar su candidatura a Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE).


Ciudad de México a 22 de febrero de 2023


¿Qué hacer para que el INE renazca como una institución de la sociedad mexicana virtuosa, útil y reformable? No parecía posible pero los actores políticos lograron realizar la hazaña de hundir al INE en el descrédito, lo han reducido a protagonista de escándalos y vergüenzas. México está electoralmente agraviado.

Ciudadanos diputados:
Técnicos evaluadores:
Conciudadanos del mundo democrático:

Tomé la decisión de inscribirme en el proceso de elección del Consejero Presidente por mi edad. Soy un joven comunista de casi 83 años. El renacimiento del INE con plenas facultades “como órgano constitucional autónomo, independiente en sus decisiones y funcionamiento, profesional en su desempeño, cuyos principios rectores sean la certeza, la legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad y objetividad” bien valen la travesía y librar una nueva lucha.

El INE no es un partido político ni Asociación Política Nacional, ni aspirante a detentar el poder político, ni a legislar ni mucho menos un juez. El INE no es el misil de la oposición al presidente Andrés Manuel López Obrador. El INE es fruto de la larga marcha de los mexicanos a la democracia, a un pacto de honestidad electoral y al sufragio efectivo, anhelos que en coyunturas como la actual parecen todavía muy lejanos, son parte de la utopía. Se equivocaron de escenario los atrincherados en las consignas ¡LA DEMOCRACIA NO SE TOCA! ¡El INE NO SE TOCA!

Hace exactamente 60 años, en abril de 1963 ingresé a las filas de la juventud comunista, del comunismo mexicano. Me siento muy orgulloso de pertenecer a la generación del 68. Nos contamos entre quienes han realizado las mayores aportaciones a la conquista de la democracia en nuestro país. Los comunistas hemos antregado vidas, sangre, libertad, días y noches de prisión política, persecuciones, ejecuciones extrajudiciales y a pesar de la liquidación del histórico PCM nunca hemos arriado las banderas ni los lemas del mundo y el México mejor al que tenemos derecho y podemos construir.

Decidí anotarme pues a pesar de no formar parte de ninguna cofradía, ni grupúsculo de poder en dos ocasiones anteriores competí y puedo afirmar que en el pequeño libro que publiqué en diciembre de 2007 anticipé varios de los problemas que hoy padecemos por la ausencia de un pacto de honestidad electoral. Tengo además el privilegio de haber participado en las negociaciones y diálogos de aquel primer episodio de una reforma política a cuenta gotas que parece cuento de nunca terminar como escribí en 1979 en mi libro sobre El sistema electoral mexicano.

Los demócratas mexicanos no tenemos derecho a tirar al cesto de la historia los sacrificios de nuestros compatriotas. Personalmente no me arrepiento de los años de persecuciones, de la represión, de los 1185 días de cárcel en Lecumberri y de ser víctima de graves violaciones a mis derechos humanos. Me daría mucha vergüenza si abandonase este campo de lucha.
Dudé por la edad pero acudí al médico y estoy peligrosamente sano. Aparentemente puedo vivir y aguantar otras 9 años pugnando por un México plenamente democrático.

¿El INE NO SE TOCA? ¿LA DEMOCRACIA NO SE TOCA? ¡Qué barbaridad! En la vida TODO cambia, todo cambia. En democracia todo se toca. El presidencialismo se toca. Los poderes se tocan. El régimen político se toca. El capitalismo se toca. Lo que no se toca se pervierte. Las aguas estancadas se pudren. La lucha política es cambio. No existe en la sociedad nada inamovible. Los del claustro del poder electoral se oponen a ser elegidos, a someterse al escrutinio de la soberanía popular. Por supuesto ¡EL INE SI SE TOCA!

Los magos de las urnas pretenden hacernos creer que vivimos en el mejor de los mundos, en la democracia perfecta y sin embargo hoy como antes es necesaria una profunda reforma política democrática que cure las heridas producidas por la simulación impuesta por la partidocracia.

El tema central de este concurso abierto se refiere al INE, a su carácter como órgano constitucional autonómo; a sus consejeros, al Consejero presidente y al contralor. El tema sobre lo que debe cambiar en el INE es constitucional y legal, materia del poder legislativo. Hoy se trata de seleccionar a cuatro consejeros. Por ello me anoté.

Reúno sobradamente los requisitos que establece nuestra Constitución Política, las leyes relacionadas y los reglamentos del propio Instituto. Tengo la firme convicción de que soy la persona idónea para encauzar el renacimiento democrático y legal del INE, para participar en el desarrollo de la cultura democrática, para avanzar en la siembra de la honestidad electoral que facilite la realización de elecciones auténticas, libres, limpias, transparentes, democráticas con sufragio efectivo y derecho de voto activo y pasivo; para que todos los ciudadanos mexicanos puedan votar y ser votados en ejercicio de la soberanía popular…

La experiencia demuestra que la conducción del INE no es un tema de doctorados y especialidades. Yo estudié ingeniería mecánica y eléctrica y estoy concluyendo mi vida como organizador, agitador comunista, ingeniero electoral, escribano, escritor fabricante de letras y de libros.

Actualizo y recupero la vigencia de algunas tesis con el fin de convertir al INE en un órgano realmente autónomo, virtuoso, útil y reformable. Me autoplagio para estar a la moda. Pongo a su disposición el blog, sitio en el cual pueden consultar, descargar y si lo desean dar máxima publicidad a mis escritos: www.arturomartineznateras.mx

Honestidad electoral y sufragio efectivo

No hay mejor argumento, ni posición más trascendente que la fuerza de las ideas y la hoja de vida de cada uno de nosotros, los aspirantes a candidatos que anhelamos serlo y deseamos adquirir la calidad de elegibles y por supuesto de ser elegidos.
Una mayoría de mexicanos hoy estamos unidos en torno a la percepción de que las elecciones son dudosas, poco legales, dependientes de los poderes, desaseadas, deshonestas, parciales, subjetivas, caras y muy costosas a la institucionalidad democráticas

El respeto al voto es la paz

La tesis central de este ensayo define que la llave maestra a la convivencia pacífica, a la reconciliación nacional, a la gobernabilidad democrática es la honestidad electoral. Las autoridades de elección para ser fruto legítimo, legal y constitucional deberán acreditar el apotegma de la salud política: ¡Ni un voto al margen, ni contra, ni por encima de la ley! ¡Nunca más otro seis de julio de 1988! ¡Nunca más otro dos de julio de 2006!

De la legalidad y de la legitimidad electoral depende la paz de nuestro país. México está polarizado, la reconciliación es más difícil precisamente por las fallas en la honestidad electoral. En 1988 y en el pasado 2006 trastabillamos en la cuerda floja y al filo de la navaja; estuvimos en riesgo de una confrontación de consecuencias incalculables por las transgresiones a la honestidad electoral. Si nuestro país no se desbarrancó en una guerra civil fue gracias a la madurez de un pueblo que ya pagó una muy elevada cuota de sangre por la democracia y al patriotismo de los aspirantes presidenciales inconformes con los resultados. Estas son funciones primordiales del INE y los retos preferentes de su consejero presidente

Un INE garante de la ley.

Los cambios en general han sido pasos positivos en algunos de los aspectos más críticos del sistema electoral. Es pertinente interrumpir ya la tradición de aprobar normas constitucionales de avanzada las cuales son neutralizadas en las leyes reglamentarias. Los legisladores tienen el desafío de realizar las adecuaciones al sistema electoral al nivel de los anhelos nacionales por la democracia electoral. El INE debe ser el garante de que las normas se cumplan. Los autores y los beneficiarios de las reformas deben poner el ejemplo en su acatamiento.

Por una profunda reforma a la ley de partidos

En nuestro país, desde 1978 todo ha cambiado excepto el régimen y los partidos políticos. Hoy la decisión unitaria más trascendente sería la aprobación de una nueva ley de partidos. Son los partidos las entidades más reacias al cambio y a la auto trasformación. Propongo un punto de partida fundamental originado de una pregunta en voz alta:

¿Quiénes atropellan la legislación electoral en México?

Por supuesto que no son los ciudadanos comunes y corrientes, ellos padecen por la defraudación de su voluntad. En México, en general, los ciudadanos son electores honestos. Aceptando sin conceder, las opiniones que señalan a los consejeros y al INE como responsables de las alteraciones, sostengo que éstos —si lo fueron— no son ni pueden ser y no han sido los principales delincuentes, en el peor de los casos han sido cómplices y/o ejecutores de decisiones tomadas en otros escenarios.

En nuestro país violan la legislación electoral los partidos políticos, los candidatos, los tres órdenes de gobierno, los poderes de facto, es decir los dueños del gran capital, de los grandes medios de comunicación; los autores de la legislación, los protagonistas de la competencia electoral y los beneficiarios del dinero político.

Pacto nacional y voluntad política por la honestidad electoral.

No hay ley que valga, no hay sanción efectiva si previamente los partidos políticos no construyen un acuerdo nacional de honestidad y pulcritud electoral. La aplicación de los cambios constitucionales pasa necesariamente por un ejemplar acuerdo entre ellos, por el compromiso escrito o virtual pero real de implantar en México la honestidad electoral como principio sustantivo de nuestra democracia.
Este es el punto de partida. Así ha sido en los países que han realizado una verdadera transición a la democracia. Este es el meollo de la encrucijada mexicana. De lo contrario es pertinente recordar que quien está resuelto a atropellar al derecho siempre tiene la ventaja del factor sorpresa, del talento para idear nuevas figuras delictivas. Este es su medio punto a favor

Reinventar al INE.

La imposibilidad de la reforma constitucional requiere convertir al INE, a toda su estructura en siervo colectivo de la rectitud y del respeto pleno a la voluntad del electorado. Desde el Consejo General, cada uno de los consejeros electorales, de todos y cada uno de los mandos medios y superiores, del servicio electoral de carrera en verdaderos ministros del culto a la legalidad.
El INE es el resultado de luchas y reclamos, de propuestas de todas las fuerzas democráticas del país. Es mucho lo que México avanzó en la creación de un instituto autónomo con libertad de acción, de un cuasi poder electoral y nos compete a todos preservar sus rasgos positivos y corregir las omisiones que se ponen de manifiesto en las elecciones altamente competidas, disputadas y con diferencias mínimas en los resultados. Los servidores públicos del instituto en general son oficiales electorales cuya acción depende de la orientación y del contenido que les imprima el Consejo General. Nada se puede alterar y nadie puede por sí mismo defraudar la soberanía electoral sin la responsabilidad de la alta dirección. Aquí radica el desafío de elegir a un consejero presidente y a los tres que se designarán ahora. Parece muy sencillo, lógico que un INE realmente autónomo, independiente en sus decisiones y funcionamiento, que el depositario de la autoridad electoral, el responsable de la función estatal de organizar las elecciones adquiere personalidad y vida en ciudadanos libres, autónomos, capaces de tomar las decisiones que la legislación les faculta.

Ciudadanos electores soberanos.

El renacimiento del INE a la altura de los reclamos nacionales no es suficiente. El nuevo sistema electoral será aquel que se realice desde los ciudadanos mismos, pasando por la casilla y la sección que son las células del sistema. Los procedimientos de designación de los vocales ejecutivos, de los consejos de distrito reclaman de nuevas reglas. El método de designación de las directivas de las casillas es obsoleto y una de las causas de la simulación. Para que el INE disponga de una sólida base en la pirámide del poder electoral ya es impostergable que la mesa directiva de las casillas se elija, en la base misma del universo electoral —por insaculación o mediante voto— entre los electores de derecho, en sesiones públicas. De esta manera nuestro país daría un paso firme a la soberanía del electorado. Este salto tan sencillo ni siquiera requiere modificación legal y en cambio sentaría las bases de una revolución electoral de manos limpias. La Constitución lo asienta en el Artículo 41, fracción V: Las mesas directivas de casilla estarán integradas por ciudadanos. La asignatura pendiente es su selección democrática y transparente. Nuestra historia electoral explica con claridad que para un sistema electoral realmente democrático se requiere mayor participación ciudadana y mucho menos burocracia electoral

Reforma administrativa autónoma y democrática

El nuevo INE, la fortaleza de cristal del sufragio efectivo requiere de una muy honda reforma administrativa interna, de una reorganización que consolide logros y experiencias. No estoy pensando en despidos ni en sanciones. Propongo inventar al nuevo INE con los recursos humanos y materiales de que dispone por Ley para el desempeño de sus facultades y de responsabilidades tan elevadas como las nuevas que le asignó nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las previsibles, por la reforma en curso al Código Federal de Instituciones Políticas y Procedimientos Electorales. Tengo la convicción de que mediante un rápido e intenso proceso interno de búsqueda será posible esa transformación. Por supuesto que en ese lapso el Consejo General deberá sistematizar las propuestas y las tesis de todos quienes concurran a este proceso de selección. De esta manera el INE cumplirá con el mandato de austeridad y de multiplicación eficiente de los recursos que le son asignados. Creo que los presupuestos son suficientes e incluso pueden ser objeto de economías. El Instituto dispone de un muy valioso capital humano con el cual puede avanzar a la formación de algún centro de información, de estudios demoscópicos y no conformarse con reglamentar a las encuestadoras privadas. El país con la participación del INEGI, del INE y de otras entidades puede dar luz a un verdadero centro estatal de estudios de opinión pública.

Innovar la política de adquisiciones.

El INE es uno de los principales consumidores del país. Los mexicanos han expresado de las más variadas maneras su repudio al dispendio, al derroche y al despilfarro. El INE puede idear una política de adquisiciones transparente, legal, clara pero además poner en juego el poder de compra para determinar los precios unitarios y, sin menoscabo del derecho de los proveedores a una ganancia legítima, establecer mecanismos de competencia que permitan reducir costos en todos los materiales que consume y que reproduce el Instituto en la contratación de sistemas, telefonía, servicios de comunicación, consumibles; etc., etc. Nuestra sociedad ha invertido inmensos recursos en la credencial electoral y ciudadana. En el lapso del consejero presidente (2023-2032) se le presentará al INE y al país la urgencia de una cédula de identidad ciudadana; una sola herramienta que acumule en una base de datos toda la información de cada mexicano y de cada uno de nuestros habitantes. Esta es una propuesta que considero que se debe admitir en el entendido de que es del interés de cada mexicano contar con una cédula personal, que se realice el procedimiento de dotación de la nueva; y una vez concluido en adelante cualquier cambio o sustitución sea por cuenta del ciudadano. La transición democrática camina del paternalismo estatista a la formación de un país de ciudadanos que se saben con derechos y obligaciones.
Una medida trascendente para facilitar el voto de los mexicanos que viven y trabjan en el extranjero es la creación de acuerdo consulares para que el idn sirva como documento internacional de identidad y como tal documente la existencia legal de los migrantes en cualquier país del mundo.

Autonomía, autoridad política y moral.

Las siete funciones esenciales del INE, están claramente instituidas en el Artículo 69 del COFIPE y fueron potenciadas al convertirse en “autoridad única para la administración del tiempo que corresponda al Estado en radio y televisión destinado a sus propios fines y al ejercicio del derecho de los partidos políticos nacionales”. El nuevo INE deberá ser el escenario prudente de desarrollo del nuevo federalismo electoral ejerciendo las facultades y concertando con los consejos o institutos de las 32 entidades federativas. Para: contribuir al desarrollo de la vida democrática; preservar el fortalecimiento del régimen de partidos políticos; integrar el Registro Federal de Electores; asegura a los ciudadanos el ejercicio de los derechos político-electorales y vigilar el cumplimiento de sus obligaciones; garantizar la celebración periódica y pacífica de las elecciones para renovar a los integrantes de los poderes Legislativo y Ejecutivo de la Unión; velar por la autenticidad y efectividad del sufragio; llevar a cabo la promoción del voto y coadyuvar a la difusión de la cultura democrática; la sociedad mexicana necesita rescatar al INE del fango del descrédito y construir la autoridad moral y política como el arma para que vuelva a ser la institución confiable que alguna vez fue o que pudo llegar a ser. ¿Queremos un INE realmente autónomo e independiente pues entonces que los legisladores determinen que la autoridad electoral será elegida por voto secreto, universal y directo de los ciudadanos, de entre quienes reúnan los requisitos? Por desgracia y por la resistencia al cambio, por el estilo y la soberbia de sus promotores, esta propuesta que contenía la iniciativa presidencial no fue aprobada y sigue como uno de los grandes temas y retos para el poder legisltivo

El valor del valor, los valores de los consejeros.

Una de las vergüenzas nacionales corre a cuenta de los Poderes, principalmente del Ejecutivo Federal. Esto ocurrió en las elecciones del 2000, en las intermedias de 2003 y se agravó durante el 2006. Los escándalos del pemexgate, de amigos de Fox, los excesos en el proceso de la sucesión presidencial del 2012, constatados por el mismo Tribunal Electoral, son una clara advertencia de lo que no debe volver a ocurrir. La Ley es muy contundente. En materia electoral la facultad estatal descansa exclusivamente en el INE. Los gobiernos deben dedicarse a lo suyo: Gobernar bien y no mal. Pasó que las autoridades abusaron del régimen de impunidad y que los consejeros del INE no pudieron o no quisieron detener a tiempo las evidentes y flagrantes violaciones a la Constitución y al COFIPE.
Aquí descansan los cimientos sólidos para garantizar la aplicación de la Constitución, el consejero presidente, los consejeros y todo el Consejo General deben actuar a tiempo. Sin antagonismos con los partidos ni con los candidatos pero evitando las omisiones que conforman verdaderas redes de intereses y de complicidades. Para ello es imprescindible elegir a un consejo y al consejero presidente libre de ataduras, de compromisos oscuros, de intereses, de filias y de fobias.

De la desconfianza y la impunidad, a la confianza y la oportuna aplicación de la ley.

En nuestra legislación prevalecen las prohibiciones y las sanciones. El régimen tiene una alta dosis de desconfianza y por ello se acentúan los gastos en vigilancia. Unos a otros se cuidan las manos pues todos saben a ciencia cierta que todos son aptos para desvirtuar la voluntad y defraudar al ciudadano. Los partidos mediante sus procedimientos de selección interna de dirigentes y de candidatos no son ejemplo de rectitud, de legalidad y de honestidad y si ellos son laboratorios del sistema pues transfieren sus capacidades truculentas a las contiendas constitucionales. Lo hacen casi todos. Frente a la impunidad y al recelo propongo la confianza democrática plena y el ejercicio puntual de las normas del estado de derecho.

Por el sufragio efectivo.

La función formativa, informativa y educativa del INE ha de ser prioritaria. El Consejo debe colocar a los jóvenes como el sujeto y el objeto central de la educación política, histórica, cívica. El INE está ante el desafío de informar mucho más y mejor, de hacer menos publicidad y mucho más pedagogía. La efemérides del bicentenario de la República Federal desde el INE ha de constituir una extensa y permanente jornada de educación política, cívica, histórica, con la línea rectora de lo que todo mexicano debe saber de sus leyes y del sistema electoral. Probablemente sea pertinente realizar la edición masiva de un volumen para cada uno de los casi 35 millones de hogares conteniendo la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales y del libro de Francisco I. Madero: La sucesión presidencial.

Austeridad, dinero y política.

La Constiución y las leyes prohíben al corporativismo tan dañino para nuestro régimen político. Es indudable que algo avanzamos en la reducción de gastos tanto en las prerrogativas de los partidos y de las asociaciones políticas; del gasto de propaganda en medios electrónicos, en la reducción de las campañas, pero aún no damos el paso a distinguir entre el registro de los partidos y el derecho a las prerrogativas. En el tema del dinero y las elecciones también hace falta un esfuerzo adicional de voluntad política, pero ya vigente la legislación el INE no puede hacer más ni menos que aplicarla religiosa y celosamente ejerciendo sus facultades de fiscalización.

Torquemada o fortaleza de la libertad de opinión y de crítica

El INE fue ya, desde su antecesor el IFE, desde el 13 de noviembre de 2007 “autoridad única para la administración del tiempo que corresponda al Estado en radio y televisión destinado a sus propios fines y al ejercicio de los partidos políticos nacionales.” Además administrará los tiempos durante los procesos locales. La Constitución ha dado un viraje esencial en materia de medios electrónicos. El giro es además en contenidos de los mensajes. El INE tiene la inmensa tarea de combinar estas facultades con el ejercicio de la libertad de expresión y de opinión, con los derechos de participación ciudadana y también con una verdadera producción profesional y atractiva. Estas facultades ameritan un verdadero prodigio de inteligencia y oficio democráticos. Las prohibiciones son fruto de los abusos pero no deben encerrar al INE en un callejón sin salida ni mucho menos convertirlo en el Torquemada del siglo XXI. México puede transitar del régimen de poderes de la telecracia y de la partidocracia al poder de los ciudadanos. El INE ha sido dotado de una muy severa y amplia capacidad de sanción tanto preventiva como correctiva. Dependerá de la prudencia de los consejeros y de los órganos de fiscalización, evitar excesos autoritarios o complicidades negligentes. El nuevo INE tiene tarjetas y dientes. La sociedad vigilará que se apliquen rigurosa y suavemente las reglas del juego electoral.

Ciudadanos diputados:

Técnicos evaluadores

Estoy apto para ser elegido consejero presidente del INE. Soy un político de amplia trayectoria como luchador y constructor por la democracia y por el México libertario. Tengo experiencia en todos los campos del universo electoral. Cuando en México, desde la izquierda casi nadie hablaba de la contienda electoral, nosotros, la corriente de mexicanos de la cual formo parte, nuestra generación libraba batallas desiguales por la libertad política, por la democracia. Los forjadores de la apertura y del inicio de la transición tenemos derecho legítimo a la oportunidad de presidir al INE que es por decisión soberana el instituto autónomo, depositario de la autoridad electoral, el responsable del ejercicio de la función estatal de organizar elecciones.

Nosotros, quienes perseguidos, encarcelados, acosados pugnamos por esta autonomía; para que los gobiernos y los partidos pactaran la creación de una entidad autónoma y libre regida por los principios de certeza, legalidad, independencia y objetividad; nosotros tenemos acreditado nuestro derecho a formar parte y a presidir al consejo.

La pertenencia al Consejo General del INE debe estar acreditada por méritos políticos ciudadanos y no por razones de paridad o de pertenencia a cofradías o grupos de poderes fácticos. Concluyo como inicié este ensayo: La llave maestra a la convivencia pacífica, a la reconciliación nacional, a la gobernabilidad democrática es la honestidad electoral. Las autoridades de elección para ser fruto legítimo, legal y constitucional deberán acreditar el apotegma sagrado: ¡Ningún voto al margen, ni en contra ni por encima de la ley! ¡Nunca más otro 1988! ¡Nunca más otro dos de julio de 2006! De la legalidad y de la legitimidad electoral depende la paz de nuestro país.

Estoy apto para servir a la democracia y a la honestidad electoral.

Me inscribo para terminar mi vida entregando mi energía y mi capacidad para convertir al INE en un órgano autónomo virtuoso, útil y reformable.

La pugna por la integración del Consejo y la elección del Consejero Presidente está viciada de origen.

Los que se van pretenden imponer su relevo. Se han equivocado desde la esencia misma.

La democracia mi querido Lorenzo Córdoba si se toca.

Esta es precisamente la esencia de la democracia.

El INE no es una cofradía de sabios ni una trinchera de poder.

Cambia. Todo cambia

¡El INE sí se toca! ¡La democracia si no se toca se pudre!

Arturo Martínez Nateras
Morelia, Michoacán a 23 de ferero de 2023.

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