El fracaso del Banco del Bienestar

Ago 15, 2023 | Opinión, Política

Sucursal del Banco del Bienestar

A principios del sexenio de López Obrador, el recién electo presidente anunció la construcción y apertura de 13 mil sucursales del nuevo Banco del Bienestar, que sería la versión morenista del ya existente Bansefi. Luego de un tiempo, la meta se redujo a 2,700 sucursales, un plan que sigue siendo muy ambicioso, pues en caso de lograrse, sería el banco con más sucursales en México. La idea de López Obrador era crear una nueva red de bancos del gobierno que le permitiera repartir adecuadamente el dinero de los apoyos sociales como las becas Benito Juárez o el apoyo a los adultos mayores.

Para entender el contexto en el que se da este anuncio, primero hay que entender la estructura de la red bancaria en México. Nuestro país se ha caracterizado por tener un bajo nivel de acceso a productos y servicios financieros, especialmente entre la población más pobre. Por otro lado, además de la banca privada (como Banamex, BBVA, Santander, etc.), existen los bancos de desarrollo, que son instituciones que más que enfocarse en generar beneficios, se enfocan en financiar actividades que son demasiado riesgosas para la banca privada. Por ejemplo, Banobras se enfoca en financiar proyectos de infraestructura, o el BID, que financia proyectos de desarrollo social y medioambiental en América Latina.

En este contexto, Bansefi se encargaba de dar créditos a personas que no podían obtenerlo en otros bancos, dar créditos a empresas pequeñas y medianas, y a recibir depósitos de la gente (cuentas de ahorro o débito). En cambio, el Banco del Bienestar, que sustituyó a Bansefi, solo se dedica a recibir y repartir el dinero de los programas de la 4T. Es decir, que este proyecto de hecho vino a disminuir los servicios financieros a los que las personas que reciben apoyos tienen acceso, al menos por parte de bancos gubernamentales.

Esta reducción de servicios ha conllevado a pérdidas financieras, que vuelven al Banco un proyecto que desangra las finanzas gubernamentales y que no es sostenible por si mismo. Al no tener ningún servicio por el cuál cobrar (como podrían ser los créditos), el Banco actualmente es fuertemente subsidiado por otros bancos como Banobras o Bancomext.

Estas pérdidas financieras podrías ser justificadas si el Banco del Bienestar estuviera, por lo menos, cumpliendo con su misión de llevar los apoyos gubernamentales a las localidades más pobres y alejadas del país, sin embargo, ni siquiera este objetivo se ha cumplido. Según datos de Bloomberg, este banco solo contaba con 544 sucursales al cierre del 2021 para atender a las más de 25 millones de personas que reciben apoyos a todo el país. Otro dato de ilustra la poca disponibilidad de sucursales del Banco es que, según Jorge Cano en entrevista para “El café de la mañana”, los dos municipios más pobres del país, en el que más del 80% de la población es elegible para ser beneficiaría de algún programa social, no hay sucursal del Banco.

A pesar de que el presidente ha anunciado que ya poco más de 2 mil sucursales construidas (construcción que, por cierto, fue encargada a la SEDENA), la mayoría no pueden operar por falta de personal o bien, porque no tienen acceso a internet. Por lo tanto, podemos concluir que la enorme inversión que el gobierno ha hecho año con año para construir y mantener las sucursales del Banco no esta justificada ni por el alcance que estás tienen para la población más vulnerable, ni desde un punto de vista financiero, pues el Banco representa pérdidas para el gobierno.

Tan solo en 2020, el gobierno destinó 5 mil millones de pesos para la construcción de sucursales, mientras que para 2022, el presupuesto aprobado fue de 11 mil millones de pesos. Recordemos, por favor, que estos fondos han sido administrados por la SEDENA, sin poder justificar hasta hoy cuáles son los beneficios de tener tan solo alrededor de 600 sucursales que no están en las localidades más pobres y que solo se dedican a repartir apoyos de manera ineficiente (pues dado el bajo número de sucursales, las filas son muy largas y la atención al usuario es deficiente).

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